EL PROYECTO DE NORMA FORAL DEL PLAN DE RESIDUOS LOCALES COMIENZA EN LAS JUNTAS GENERALES DE BIZKAIA SU TRAMITACIÓN
- La Diputación ha informado hoy en comisión de esta hoja de ruta de prevención y gestión de los residuos de competencia local de Bizkaia con el horizonte puesto en 2030 para reducir los residuos en un 15% y recuperar 4,9 de cada 5 kilos.
(Bilbao, a 13 de junio de 2024). La Diputación ha presentado hoy en una comisión de las Juntas Generales de Bizkaia, el contenido principal del proyecto de Norma Foral que incorpora el Plan Integral de Prevención y Gestión de Residuos de competencia local de Bizkaia 2030 (PIPGRB 2030). En líneas generales, esta hoja de ruta para gestionar los residuos locales para la presente década, marca como objetivos principales la reducción de la generación de residuos en un 15% y la recuperación de 4,9 de cada 5 kilos de los generados, según ha explicado la diputada de Medio Natural y Agricultura, Arantza Atutxa.
Tras poner en contexto el plan, Atutxa ha presentado las principales magnitudes de un documento que cuenta con 200 páginas. Los retos son, según ella, “minorizar el residuo generado, maximizar las tasas de reutilización y reciclaje, y establecer un sistema de gestión que permita una óptima operativa”. En números, lo que pretende el plan primeramente es que Bizkaia reduzaca la generación de residuos a las “521.811 toneladas” en 2030. Esto supondría alcanzar las cifras que teníamos en 2001 cuando cada persona generaba 526 kilos al año. En 2021, esta dato se situó en 553 kilos.
El plan, que entrará en vigor cuando el pleno de las Juntas Generales apruebe el proyecto de norma foral, ha marcado otros objetivos para el territorio en esta década: la reducción de un 20% con respecto al año 2019 en la generación de residuos de envases ligeros; mejorar la tasa de preparación para la reutilización en un 20%; asegurar la cobertura del 100% de la recogida selectiva de los residuos peligrosos del hogar, de textiles, de aceites de cocina, de voluminosos y residuos de aparatos eléctricos y electrónicos, y recogida separada de biorresiduos en los municipios; reducir el porcentaje de los residuos valorizados energéticamente a cerca de un 20% y la tasa de vertido de residuos municipales (tratados y sin tratar) en un 2,49%.
En el proceso de elaboración de este plan se abrió un proceso de participación dirigido a todos los ayuntamientos y mancomunidades del territorio en febrero de 2022, que sirvió para recoger sus impresiones y las aportaciones que presentaron estas entidades locales al documento que se presentó ante el Consejo para la Sostenibilidad de Bizkaia, conformado por representantes de todos los grupos políticos con representación en las Juntas Generales de Bizkaia. En los 11 encuentros comarcales, han participado 97 ayuntamientos y 9 mancomunidades, que cubren el 89% de la población de Bizkaia. Llegaron a presentar un total de 492 aportaciones.
EH Bildu, que había pedido la comparecencia de Atutxa, ha dicho que es “importante” actualizar el plan y hacerlo mediante un proyecto de norma foral para que pueda recibir aportaciones, aunque su juntero, Raúl Méndez, ha tachado el mismo de “voluntarista, conformista y continuista”. “No incluye grandes cambios con respecto al actual –prorrogado durante 8 años- ni en objetivos ni en medios”. Ha criticado que el plan no se haya presentado en el último Consejo de Sostenibilidad , así como que en el mismo no se indique qué aportaciones de expertos se han tenido en cuenta. Méndez ha echado en falta medidas de pago por generación, la recogida selectiva de puerta a puerta, políticas de retorno de envases o medidas fiscales “para que se den incentivos al que lo hace bien y penalizaciones a los que lo hacen mal”.
El resto de grupos de la oposición ha coincidido en que es “importante” renovar el plan, “aunque vamos tarde”, ha apuntillado la portavoz del grupo Popular Vizcaíno, Raquel González. “Hay que darle un empujón para avanzar” en los “ambiciosos” objetivos, implicando más a la ciudadanía. Ricardo Vaquero, del grupo Mixto-Elkarrekin Bizkaia, se ha mostrado preocupado por los planes de prevención y ha puesto en valor la aportación de las entidades locales que en el proceso de consultas previas ha recibido “169 aportaciones diferentes”.
Para los grupos que apoyan al Gobierno foral han reconocido que “se ha tardado más de lo deseado”, aunque este retraso tiene que ver en que “se ha abierto el plan a la participación de ayuntamientos, mancomunidades y expertos”, según el portavoz de Nacionalistas Vascos, Jesús Lekerikabeaskoa. El plan inyecta “retos importantísimos”, según él, que para materializarlos será “fundamental la colaboración y la actitud”. El plan es “ambicioso e innovador”, ha definido el socialista Ignacio Jerónimo y no le cabe duda que la Diputación será “el motor” en materia de gestión de residuos. Con su aplicación, espera que “mejore la sostenibilidad en el Territorio”.
Para terminar, la diputada foral ha lanzado un mensaje de “colaboración” para implicar, tanto a agentes locales como a toda la ciudadanía en la reducción en origen de los residuos, una cuestión fundamental para garantizar el éxito del plan.