LAS JUNTAS GENERALES DE BIZKAIA INICIAN EL DEBATE DEL PROYECTO DE NORMA SOBRE LOS INCENTIVOS FISCALES PARA EL FOMENTO DE LA CULTURA

  • La Diputación cuenta ya con el sí de Europa, y espera aplicar, a partir del 1 de enero de 2023, estos incentivos fiscales dirigidos a producciones audiovisuales, espectáculos en vivo y producción de libros. 


(Bilbao, a 6 de octubre de 2022). La Diputación ha presentado hoy en la comisión de Hacienda y Finanzas de las Juntas Generales de Bizkaia el Proyecto de Norma Foral por la que se actualizan y amplían los incentivos fiscales para el fomento de la cultura. El diputado de Hacienda y Finanzas, José María Iruarrizaga, ha explicado, a petición de EH Bildu,  el contenido de estos incentivos que serán aplicados tanto en el Impuesto de Sociedades como en el IRPF a partir del 1 de enero de 2023 tras su aprobación en la Cámara vizcaína. La Comisión Europea ya autorizó en verano el anteproyecto aprobado por el Consejo de Gobierno de la Diputación.

Con la aprobación de estos cambios, que se estructuran a través de dos artículos, Bizkaia se convertirá en el “único” territorio del Estado en contar con autorización de la Comisión Europea para incentivar fiscalmente las producciones audiovisuales, incluyendo las producciones extranjeras y las producciones en nuevos formatos digitales, y los espectáculos en vivo de artes escénicas y musicales.

En la presentación del proyecto normativo en la comisión de Hacienda y Finanzas, Iruarrizaga ha dicho que los objetivos perseguidos por la Diputación son “reforzar la posición de Bizkaia como un territorio atractivo para la producción cultural y ofrecer total garantía jurídica a los contribuyentes”. Este segundo objetivo se logró en verano con la conformidad de Europa, aunque si hubiera cambios “de calado” en la tramitación en Juntas, habría que pedir de nuevo el visto bueno de la Comisión, ha advertido.

En el Impuesto de Sociedades se incorporan tres incentivos. El primero, dirigido a la producción de obras audiovisuales, incluye una deducción que oscilará entre el 35% y el 60% en función del porcentaje de gastos e inversiones realizados en Bizkaia, y se incrementará en otro 10% si se trata de una obra rodada íntegramente en euskera.  Actualmente, la deducción para las producciones audiovisuales no se aplica a las producciones extranjeras ni a los nuevos formatos digitales, y es de un 30% o del 40% para las producciones rodadas íntegramente en euskera.

Por otro lado, para los espectáculos en vivo de artes escénicas y musicales habrá una nueva deducción en la cuota líquida de un 30%. Si el espectáculo es en euskera, la deducción se incrementa hasta el 40%. La deducción generada no podrá superar el importe de 1.000.000 euros. Entre los requisitos, se establece que la persona contribuyente reinvierta, al menos, el 50% de los beneficios en la realización de nuevos espectáculos.

Y por la edición de libros que permitan la confección de un soporte físico, previo a su producción industrial, darán derecho a una deducción del 5% de la cuota líquida. Pese a que esta deducción actualmente “no es muy utilizada”, se mantiene “por concepto, más que por utilidad”, ha manifestado Iruarrizaga, ya que tuvo un coste para Hacienda de “50.000 euros” en el último balance realizado.

Por su parte, la Diputación pretende cambiar también el artículo 88.1 del Impuesto de la Renta para incorporar las mismas deducciones y límites a las personas físicas.

En el turno de los grupos junteros, EH Bildu se ha quejado de que estos cambios van dirigidos más al tejido empresarial. Beneficia, según Arantza Urkaregi, a “muy pocas empresas”. Son deducciones “para que sigan pagando menos”, ha dicho. La juntera de la coalición abertzale se ha quejado también de que el informe económico del proyecto no incluya una estimación con la cuantía de estas deducciones. Respecto al informe de género, ha pedido que se den “más pasos” y que se busque quién está detrás de esas empresas.


A VUELTAS CON LA REFORMA FISCAL

Por otro lado, EH Bildu ha vuelto a demandar, a través de una pregunta oral, la realización de la evaluación de las dos últimas reformas fiscales (2013 y 2018), para posteriormente iniciar “ya” una reforma fiscal. Iruarrizaga, por su parte, ha vuelto a insistir en que la situación de “incertidumbre” actual (guerra en Ucrania, situación económica…), unida a los dos años más duros de pandemia (2020 y 2021), suponen un condicionante para hacer esta evaluación. Si se hiciera en esta situación, podría provocar “distorsiones”. El diputado ha asegurado que habrá evaluación cuando haya “estabilidad”.