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EL ARARTEKO COMPARECE EN LAS JUNTAS GENERALES DE BIZKAIA PARA DAR CUENTA DEL INFORME SOBRE EL IMPACTO DEL COVID-19 EN LAS RESIDENCIAS

  • Manu Lezertua acude a la llamada de la comisión de Acción Social para explicar el informe "El impacto de la pandemia del COVID-19 en los centros residenciales para personas mayores en Euskadi", que fue presentado públicamente en noviembre de 2021.

  • En el análisis se constata que el virus se extendió con mayor facilidad en las residencias grandes, “por la movilidad” del personal, frente a las pequeñas, pero no encuentra “ninguna asociación” en los contagios en relación a si el centro era de titularidad pública o privada.

(Bilbao, a 21 de marzo de 2022). El Ararteko, Manu Lezertua, ha acudido hoy a la llamada de la comisión de Acción Social de las Juntas Generales de BIzkaia que, a propuesta de EH Bildu, aprobó el 3 de febrero solicitar su comparecencia para desgranar el informe "El impacto de la pandemia del COVID-19 en los centros residenciales para personas mayores en Euskadi", que fue presentado públicamente el 9 de noviembre. Todos los grupos junteros votaron a favor de la presencia del defensor vasco en la Cámara vizcaína, a excepción del grupo Mixto-PP Bizkaia que se abstuvo, para extrapolar del informe los datos referidos a la red residencial del territorio vizcaíno.

En la sesión celebrada esta mañana, Manu Lezertua y la responsable de elaborar el informe y mimbro de su equipo Inmaculada de Miguel, han detallado a los grupos junteros dicho estudio que analiza los factores más determinantes que impulsaron los contagios en los centros vascos hasta el inicio del periodo de vacunación (concretamente, entre marzo de 2020 y enero de 2021), destacando los aprendizajes derivados de esta experiencia en los casi 300 centros de mayores del País Vasco analizados, en los que se atiende a unas 20.000 personas.

A raíz del impacto de la pandemia en las residencias y del número significativo de quejas individuales relativas a la atención de las personas mayores, el Ararteko consideró conveniente ya en julio de 2020, realizar una investigación “para conocer mejor la posible asociación existente entre el riesgo de contagio o de fallecimientos y algunos factores relacionados con las características de las personas, de los establecimientos residenciales y del contexto en que estos se ubicaban”. También consideró oportuno analizar “las medidas de prevención adoptadas” durante la crisis sanitaria y valorar cuáles resultaron más efectivas.

Si bien a partir de enero de 2021 el contexto en el que se produjeron los contagios y fallecimientos relacionados con el COVID-19 en los centros residenciales ha cambiado “sustancialmente”, sobre todo a raíz de la puesta en marcha del proceso de vacunación, las conclusiones extraídas “pueden resultar de utilidad de cara a afrontar epidemias y pandemias futuras”, ha dicho.

En base a los datos recogidos, que conjugan información del Gobierno vasco, las tres diputaciones forales y de representantes y gestores de los propios centros, en los primeros diez meses de pandemia, el “66,7%” de los centros residenciales para personas mayores de Euskadi, esto es, “199 centros de un total de 299”, tuvieron algún caso de COVID-19. Durante ese periodo, fallecieron “938 personas usuarias con diagnóstico”. El 25% de las personas residentes se contagiaron y el virus llegó a entrar “en dos de cada tres centros”.

El informe constata que hubo “mayor resistencia” de los centros frente al contagio en la segunda ola. El control de la pandemia exigió “una respuesta global a todos los niveles” para articular la cooperación de los sistemas de salud y de los servicios sociales con los centros residenciales. Y la cooperación de las personas trabajadoras de los centros y de las propias personas usuarias y de su entorno más próximo, ha sido “imprescindible” para la adecuada implantación de las medidas de prevención adoptadas.

LECCIONES APRENDIDAS

El análisis del Ararteko introduce algunas “lecciones aprendidas”. En primer lugar, señala que la incidencia de la pandemia en la zona de salud en la que se ubica el centro explica “una parte” del riesgo de contagio y que la limitación en el acceso a los centros fue “otro factor relevante” para el control de la pandemia. En cuanto a la mortalidad, ésta se asocia con las características personales de las y los residentes, siendo “muy limitada” la relevancia de los factores relacionados con el centro. No se aprecia influencia de la titularidad de los centros (pública o privada, mercantil o no) sobre el riesgo de contagios o la mortalidad. En cambio, los centros, sus características y las medidas preventivas adoptadas fueron “altamente relevantes” para explicar el riesgo de contagio por COVID-19 entre las personas usuarias.

Tanto el Ararteko como su directora de Relaciones Sociales, se han referido a que existe un consenso “generalizado” de que las residencias más grandes generan “más riesgo de contagio”. De Miguel se ha referido concretamente a las que tienen “más de 70 plazas” o que cuidan “a más de 23 personas por planta”. En éstas, el riesgo de contraer el virus aumenta un “13%”. También , el contagio es “muy grande” cuando el comedor se eleva por encima de las 30 plazas. En cambio, las residencias que apostaron por crear “grupos burbuja” consiguieron reducir los contagios “un 43%”.

El Ararteko ve fundamental en el futuro disponer de datos “homogéneos” en todos los centros residenciales. Igualmente se han de mejorar los sistemas de información en el ámbito de los servicios sociales y su interoperabilidad. El informe constata la necesidad de dotar a los centros residenciales de los planes de prevención y de riesgo de infecciones ajustadas a las características propias de cada centro. El “31%” de los centros carecían de sistemas de alerta o prevención ante situaciones parejas como la gripe común.

Asimismo, el Ararteko contempla la necesidad de disponer de sistemas de evaluación de la calidad y de registro de la situación individual de cada residente y de cada centro, así como de reflexionar en torno al modelo arquitectónico y funcional de los centros a la luz de su influencia en el riesgo de contagios y de crear mecanismos de sustitución de personal ante niveles altos de contagios. Por último, cree conveniente una “mayor participación” de los comités de ética en intervención social.

CENTRO ETXETIC EN BASAURI Y MENORES TUTELADAS

La comisión ha continuado después con la comparecencia del diputado foral de Acción Social, Sergio Murillo, quien ha acudido a la Cámara vizcaína a responder a una pregunta oral de EH Bildu en relación a si, en el futuro centro EtxeTIC de Basauri, que se ubicará en un edificio del ayuntamiento de la calle Matxitxako, “se ofrecerá una atención presencial como en los actuales centros de día.”

El diputado ha informado de que el Ayuntamiento de Basauri ha iniciado los trámites para cambiar la propiedad el edificio y ceder su uso a la Diputación tras la firma de un convenio. La idea es que el centro “combine” la atención presencial y el apoyo a personas con dependencia que permanezcan en el hogar a través del modelo EtxeTIC.

Por su parte, el grupo Mixto-PP Bizkaia ha pedido la comparecencia del diputado foral de Acción Social para explicar los “presuntos casos de prostitución de menores tuteladas” por la Diputación foral de Bizkaia que está investigando la Fiscalía, tras varias denuncias, entre ellas las de “varios” padres. Además de interesarse por las medidas que la Diputación piensa tomar, los populares han querido conocer el número de menores tutelados “que se han escapado de sus centros en los últimos cinco años” y se han preguntado por lo que “está fallando” en los protocolos forales.

Sergio Murillo ha informado de que fue la propia Diputación la que puso en conocimiento del ministerio fiscal “algunos hechos” que podían ser objeto de investigación por su parte. No ha querido ofrecer más datos, ya que existe “una investigación abierta” y sí “llamar a la mesura y prudencia” cuando se trata de informar de menores, puesto que “puede incrementar el daño por la exposición pública”.

En cuanto a lo que desde el departamento llaman “ausencias no justificadas”, Murillo ha explicado el protocolo que se activa con la Ertzaintza cada vez que un menor no acude a una cita programada, una ausencia que pasa a ser denuncia si el menor no aparece en 24 horas. En 2021, la Diputación puso en conocimiento de la policía autonómica “1.186” casos de ausencia no justificada, de los que “356” se formalizaron como denuncia, las cuales corresponden a un “grupo muy reducido que concentran una gran parte de denuncias”, ha explicado Murillo. El “70%” de las ausencias se resuelven en menos de 24 horas, sin interposición de denuncia. Murillo ha informado también de que al cierre del año pasado, había “2.397 expedientes de protección abiertos de otros tantos menores”, de los que “1.091 incluían una medida de guarda o tutela.”

Murillo ha insistido en que en Bizkaia existen un problema de desprotección de menores y que es labor de la Diputación establecer medidas de protección tras deliberación, estudio y resolución de un órgano específico. Murillo no ha querido referirse a los casos particulares publicados en los medios de comunicación y sí se ha referido “en términos generales” al trabajo “profesional” que se realiza en el departamento. “A nosotros nos toca desarrollar medidas de protección con herramientas psicológicas, sociales y educativas”. Cuando existen indicios de delito “inmediatamente” se ponen los hechos en conocimiento de la Fiscalía.

La apodera del grupo Mixto-PP Bizkaia Esther Martínez, ha señalado que “un solo caso ya es un fracaso” y que “igual es necesario incorporar más medios” para proteger a estos menores. Se ha preguntado si la Diputación “está haciendo todo lo necesario” para proteger a los menores. Ella cree que, en base a los datos, “existe bastante margen de mejora”.

El resto de grupos junteros no ha querido “contribuir a debates estériles” sobre un asunto “sensible” que no debiera debatirse en una sesión abierta, ha criticado la representante de EH Bildu, Izaskun Duque. En parecidos términos la representante socialista Berta Campo ha querido “llamar a la prudencia y a la discreción”, tal y como pedía el propio Murillo, porque es un asunto “complejo y delicado” y “no debemos contribuir a estigmatizar” a estos menores. Tras criticar la defensa de las políticas sociales que ha hecho el PP, la portavoz de Elkarrekin Bizkaia, Eneritz de Madariaga, ha señalado que existe “una falta de dotación de recursos” para que estos niños y niñas desprotegidas desarrollen un proyecto de vida en igualdad de oportunidades. Desde las filas jeltzales, se han limitado a agradecer la información “detallada” del diputado.