BIRJINETXE RECUPERA SUS FUNCIONES TRAS SER EL EPICENTRO FORAL DE LOS CUIDADOS DE LAS PERSONAS MAYORES CONTAGIADAS

- El diputado de Acción Social, Sergio Murillo, informa en las Juntas Generales de Bizkaia de que el centro sociosanitario de Txurdinaga ha vuelto a recuperar su labor como lugar donde tratar lesiones y convalecencias puntuales y cuidados al final de la vida.
- La Diputación reserva “hasta junio” la residencia de Unbe para atender a las personas mayores contagiadas de Covid-19.
- Acción Social hará un nuevo redimensionamiento de su red al bajar la llegada de menores no acompañados.
(Bilbao, a 4 de marzo de 2021). 924 es la cifra de ingresos que ha tenido el centro de Birjinetxe desde que la Diputación decidiera que esta residencia fuera la referencia covid para personas mayores. Los efectos de la vacunación están detrás de que el departamento de Acción Social haya decidido destinar el centro sociosanitario a recuperarse de lesiones y convalecencias, al cuidado en los momentos finales de la vida y a personas que sufren enfermedades infecciosas, según ha informado el diputado de esta área, Sergio Murillo, a petición propia, en la comisión correspondiente de las Juntas Generales de Bizkaia.
Las personas atendidas en Birjinetxe han pasado una media de “19,1 días” y su antiguo cometido como centro covid terminó el pasado 22 de febrero con la última alta. Viendo que el coronavirus iba desapareciendo, cuatro días antes comenzaron los contactos con el departamento de salud del Gobierno vasco para definir los nuevos usos que se iban a dar a los centros que habían estado en primera línea frente al covid. De manera conjunta, se ha decidido que la residencia de Unbe, por un criterio de “prudencia”, se mantenga “temporalmente”, previsiblemente “hasta junio”, como único centro dedicado a personas mayores contagiadas.
A preguntas de los grupos junteros, Murillo ha hecho un repaso del número de plazas ocupadas durante la pandemia y del número de personas curadas y fallecidas en Birjinetxe. El “84,3%” de casi el millar de residentes que han pasado por el centro de Txurdinaga, se han curado y el resto han fallecido. El impacto ha sido diferente a lo largo de la pandemia, ya que durante la primera ola murieron “el 21,3%” de los mayores y en la segunda esta mortalidad bajó hasta el “14,7%”. “Se puede ver el vaso medio vacío o medio lleno”, ha respondido Murillo.
Las Unidades Residenciales Sociosanitarias para positivos Covid-19, (Birjinetxe primero, a la que se sumó Unbe después, y en algún momento también se activó Santurtzi) han desarrollado un papel “clave” en esta pandemia como centros “de alivio” para el conjunto de la red residencial en Bizkaia, acogiendo personas residentes “con positivo y mayor complejidad clínica o dificultades en el aislamiento”. También han servido “a personas en situación de vulnerabilidad que difícilmente podían cumplir la cuarentena en su hogar, tras alta hospitalaria.”
Gracias a un plan de transición “ordenado y planificado” que se ha llevado a cabo durante la semana pasada, este pasado lunes, 1 de marzo, se ha retomado la actividad asistencial ordinaria de Birjinetxe, pasando de ser un centro Covid a un centro sociosanitario ordinario. En estos primeros tres días, ya hay “17 personas”. Cogiendo como referencia los datos previos a la pandemia (periodo 2016-2019), el departamento de Acción Social espera que vuelva a acoger a “273 personas” como promedio anualmente, con una media de edad de 72 años y en estancia de entre 60-90 días.
En la misma sesión, EH Bildu ha pedido al diputado que aclare las cifras de contagiados y fallecidos en las residencias de Bizkaia, ya que hay un “enredo estadístico” en relación a los datos que han ofrecido tres fuentes diferentes: la Diputación, el informe del Gobierno vasco que envía a la Fiscalía y la Unidad de Epidemiología de Bizkaia, que depende del departamento de Salud. Las cifras de fallecidos fueron “520” hasta el 16 de febrero, según ha detallado la juntera Izaskun Duque recogiendo datos de la Diputación, que se convierten en “788” si se coge la oficializada hasta el 31 de enero por la Unidad de Epidemiología, el “84%” en residencias.
Murillo ha aclarado que su departamento ha hecho público datos cada dos días durante toda la pandemia siguiendo los criterios de una orden ministerial. La Diputación ha reportado, junto con el resto de territorios, grupos diferentes de fallecimientos en función de si eran muertes por covid confirmado mediante PCR, fallecimientos sin covid confirmado y fallecimientos con sospecha. La no concordancia entre los datos ofrecidos por el departamento de Salud se debe, según él, a que el Gobierno vasco tiene “otro criterio” a la hora de computar los fallecimientos relacionados con el covid-19. Sin embargo, Duque ha negado que exista disparidad de criterios entre la Diputación y el Gobierno vasco, y ha denunciado la “falta de descoordinación absoluta” que existe entre ambas administraciones.
Asimismo, Murillo ha tenido que contestar a otras cuestiones en una comisión que se ha alargado durante toda la mañana. En una respuesta a EH Bildu sobre listas de espera en las residencias, Murillo ha señalado que se ha producido una caída de la demanda de solicitudes de ingreso durante la pandemia. Ha habido “298” solicitudes menos desde que se inició la pandemia en marzo del año pasado. Se ha pasado de tener “2.450” solicitudes entre marzo de 2019 y febrero de 2020, a “2.152” entre el inicio de la pandemia y febrero de este año. Y en otra pregunta sobre el montante económico por el pago de plazas no ocupadas, el diputado ha explicado que su departamento abonó “79.000 euros”, lo que representa el “0,18% del total.
En otra comparecencia, en este caso solicitada por el grupo Elkarrekin Bizkaia, Sergio Murillo ha hecho un repaso de la red de atención a menores tras el “reajuste” que se ha hecho después de que se haya reducido “drásticamente” la llegada a Bizkaia de menores no acompañados. “1.189” llegaron al territorio en 2018, y apenas “297” en 2020. Esta circunstancia ha hecho necesario ajustar la red. La Diputación “ha suspendido el servicio” de “tres centros”, de un total de “65” con los que cuenta la Diputación. Actualmente, se alojan “286” menores “varones” no acompañados (de edades entre 3 y 18 años) en las residencias del territorio, cuando 2018 cerró con una ocupación de “599” plazas. A corto plazo, habrá un nuevo redimensionamiento ya que “39” menores cumplirán pronto la mayoría de edad.