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El Museo de Las Encartaciones acoge hasta el 15 de junio la exposición "In insula maris" que surca la historia naval de la comarca

El Museo de Las Encartaciones celebra su 20 aniversario. Desde que en 1994 las Juntas Generales de Bizkaia inauguraran este museo son numerosas las actividades culturales realizadas en él. Y qué mejor manera de festejar estas dos décadas que presentando una nueva exposición y una nueva publicación, siguiendo así el afán de investigación y desarrollo cultural de este centro. "In insula maris. El mundo naval de Las Encartaciones: Portugalete y el valle de Somorrostro" es la propuesta expositiva que navegará hasta el 15 de junio surcando una temática novedosa como es la relación de la comarca con el mar, desde el siglo XIV al XIX.

En la antigua Casa de Juntas de Abellaneda (Sopuerta), propiedad de Juntas Generales de Bizkaia, se puede hacer un recorrido histórico que comienza en la Edad Media y termina con el cambio de sociedad que se produjo a mediados del siglo XIX, época en la que la tradicional relación entre Portugalete, Santurtzi o Muskiz con el mar va desapareciendo, para dar paso a la industria pesada.

El museo encartado recupera una parte fundamental de la historia de la Margen Izquierda y de Las Encartaciones, injustamente olvidada, y a los cientos y cientos de protagonistas, personas que viajaron en navíos por medio mundo, algunos de los cuales llegaron a alcanzar cargos relevantes. El antiguo valle de Somorrostro estaba plagado de marinos, comerciantes, corsarios, almirantes, generales, contramaestres, capitanes de mar y guerra, o capitanes y marinos de correos marítimos. La lista es interminable, al igual que los lugares donde aparecen documentados, puesto que navegan por toda Europa y la costa atlántica de América. Durante siglos constituirán una de las flotas más especializadas y preparadas de la Corona.

Así, quien se acerque a Abellaneda contemplará reproducciones a gran escala de diversos planos que pretenden mostrar los numerosos lugares por los que navegaron los marinos de Somorrostro. Igualmente se han confeccionado dos maquetas, una que muestra cómo era La Ría en el siglo XVIII y otra que ofrece una visión del Portugalete del siglo XVI. De la misma manera, se han creado elementos escenográficos que pretenden recordar la importancia de los puertos de La Ría como lugares de exportación de mineral y hasta una recreación del muelle de hierro de Portugalete.

Como elemento destacable, se expone la maqueta-exvoto del barco La Bilbaina, rescatado de la iglesia de Santa Isabel (Zalla) y restaurado por el Museo de Las Encartaciones y las Juntas Generales de Bizkaia. Se trata de la reproducción de una fragata que probablemente fue capitaneada por marineros del valle de Somorrostro y construida en el Astillero de Zorrotza.

FLOTA CON TECNOLOGÍA PUNTA

Aunque ya se registran marinos en la Edad Media será desde finales del siglo XIV (desde el momento que la villa de Portugalete, fundada en 1322, se asienta económicamente) y sobre todo durante los siglos XV y XVI cuando Portugalete y los concejos del entorno (Sestao, Barakaldo, Santurtzi, Muskiz…) se desarrollen a través de un amplio número de familias de navegantes que se convertirán en los más relevantes del momento (los Ugarte, Montellano, Pedriza, Capetillo...). Llegarán a construir sus propios barcos, con tecnología puntera del momento, convirtiéndose en la flota más importante del arco atlántico llegando a tener hasta 50 embarcaciones en algún momento.

Muchos de estos marinos alternarán el comercio y el transporte, con el ejército y el corso. Eran navegantes y guerreros, de ahí que haya numerosos capitanes de mar y guerra, generales o almirantes. Esta vinculación con la armada se intensificará durante el convulso siglo XVII donde las continuas guerras de la Corona provocaron que muchos marinos se integrasen en la armada. Así, aparecieron generales como Francisco y Martín Vallecilla, Andrés de Cotillo, Antonio de Larrea o Pedro de Origüen, entre otros muchos.

El siglo XVIII será el siglo de la Ilustración y los marinos empezarán a profundizar en su formación. Portugalete, Santurtzi o Sestao perderán definitivamente su flota pero sus marinos, considerados los mejores de su tiempo, serán los encargados de capitanear y manejar los barcos de los comerciantes bilbaínos. De la misma manera, se convertirán en capitanes corsarios; hasta 18 se han llegado a documentar en este siglo, la gran mayoría de Santurtzi (Ignacio de Luces, José del Cotarro, Francisco de Berriaga, etc…), capitaneando barcos como “El Rayo Vizcaíno” o “El Marte”.

En el acto de inauguración de la exposición, Goio Bañales ha presentado su publicación "IN INSULA MARIS. El mundo naval de Las Encartaciones: Portugalete y el valle de Somorrostro", un trabajo de investigación que supone la base documental de la exposición.

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