LAS JUNTAS GENERALES DE BIZKAIA CONCLUYEN LA RESTAURACIÓN DE LA GUITARRA DE IPARRAGUIRRE
- El instrumento del bardo vasco más universal que forma parte del rico patrimonio cultural de la Casa de Juntas de Gernika, ha vuelto a sonar hoy en la villa foral con las notas del “Gernikako Arbola”.
(Bilbao, a 28 de diciembre de 2020). Coincidiendo con el 200 aniversario del nacimiento del bardo vasco más universal, José María Iparragirre (1820-1881), las Juntas Generales de Bizkaia han decidido restaurar la guitarra del músico autor de la legendaria letra del “Gernikako Arbola”. Tras un proceso minucioso de reparación que ha concluido recientemente y que ha respetado las características originales del instrumento, éste vuelve a lucir de nuevo su porte histórica en su ubicación habitual, dentro de una urna acristalada en la Sala de la Vidriera de la Casa de Juntas de Gernika.
El trabajo de restauración ha sido presentado hoy, junto al Árbol de Gernika, por la Presidenta de las Juntas Generales de Bizkaia, Ana Otadui Biteri, quien ha estado acompañada por la diputada foral de Cultura, Lorea Bilbao Ibarra, el alcalde de Urretxu, Jon Luqui Albisua, y Laura Vicario Galarza, lutier que se ha encargado de restaurar el viejo instrumento de madera que ha vuelto a sonar junto al roble. Un actor metido en el papel de Iparraguirre y la guitarrista Silvia Gutiérrez han interpretado de nuevo la célebre canción “Gernikako Arbola” con los sonidos del viejo instrumento.
El trabajo de restauración ha sido realizado por la lutier bilbaína Laura Vicario por encargo de la presidenta de las Juntas Generales de Bizkaia, Ana Otadui, quien ha desvelado el recorrido de la guitarra hasta que fue a parar a la histórica sede del Parlamento de Bizkaia. Tras la muerte del bardo vasco en su pueblo natal, Urretxu, la guitarra pasó como legado al Señor Castañeda de Zumarraga, quien acompañó en sus últimos momentos a Iparraguirre. Después, éste se la dejó en usufructo al señor Zubiria, el cual al fallecer dejó la guitarra en manos de Don Pedro de Egaña, quien la donó a la Diputación de Bizkaia para que se guardase en el mismo lugar donde estaba el roble al que Iparragirre “estaba unido incondicionalmente desde que creó el zortziko Gernikako Arbola”, canto que representa hoy “el símbolo de nuestros derechos históricos, las libertades vascas, y el anhelo de Paz. Canción que posee además la inusual capacidad de emocionar a personas de ideologías muy diversas”, ha dicho Otadui.
La experta en la restauración de instrumentos musicales de cuerda ha tenido especial cuidado en sacar lustre a la guitarra de Iparraguirre que contaba con una madera del siglo XVIII y que estaba dañada por el paso del tiempo y por especies de coleópteros (carcomas). La guitarra luce ahora con todo su esplendor y sus cuerdas perfectamente “afinadas” como se ha podido demostrar hoy.
El instrumento lleva en su seno la firma del guitarrero andaluz Salvador Ramírez de la fábrica de guitarras Progreso Argentino, quien vivió buena parte de su vida en Buenos Aires, el lugar donde se exilió el bardo guipuzcoano a mediados del siglo XVIII. Sin embargo, la obra mas conocida de Iparraguirre, el “Gernikako Arbola”, fue compuesta e interpretada tras su regreso a Madrid en 1853.
Laura Vicario ha contado los pasos que ha dado para completar su trabajo. La guitarra ha sido sometida a un proceso de limpieza exterior e interior, para su posterior reparación utilizando colas naturales que fueron usadas en la misma época de construcción de la guitarra. Tras desprenderla de impurezas, rayones y hendiduras, la guitarra ha sido barnizada con resinas naturales de elaboración propia. En su restauración, se ha tratado el instrumento frente a la carcoma y se han sustituido las seis cuerdas del instrumento por otras para instrumentos del siglo XIX; cuerdas agudas en tripa lisas y cuerdas graves de seda entorchadas en cobre chapado en plata.
De momento, el célebre instrumento de madera que viajó junto al bardo de Urretxu durante años, no puede ser visto en su lugar habitual ya que debido a la pandemia el interior de la Casa de Juntas de Gernika está cerrado al público, no así su jardín exterior en donde se ubica el Árbol de Gernika, descendiente del roble que inspiró la célebre canción de Iparraguirre.