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En busca del patrimonio escondido de La Mella (Zalla)

La Mella

Abellaneda, a 18 de mayo de 2013

Existe un pequeño conjunto arquitectónico en el barrio de La Mella, a mitad de camino entre Zalla y Balmaseda, que esconde importantes vestigios arquitectónicos, propicios para condensar en un solo sitio una lección práctica y magistral sobre el modo de vida de Enkarterri desde la Edad Media hasta nuestros días. Casi un centenar de personas acudieron a la cita que el Museo de Las Encartaciones organizó el sábado, 18 de mayo, Día Internacional de los Museos, para visitar este rincón escondido de Enkarterri, en una iniciativa que fomenta el conocimiento de la comarca a través de salidas guiadas a distintos puntos de interés.

El recorrido cultural organizado por el centro artístico-divulgativo de las Juntas Generales, arrancó en el propio museo de Abellaneda. Los asistentes conocieron algunos restos arqueológicos descubiertos en La Mella y recuperados gracias a un programa de estudio, investigación y restauración llevado a cabo por el museo, como el desarrollado para rescatar del olvido la escultura de Antonio de Urrutia, miembro de una de las familias más influyentes de Las Encartaciones en el siglo XVII, y culpable de la existencia de algunas de estas “joyas” arquitectónicas enclavadas en un paraje natural a orillas del Cadagua y entre hectáreas de bosque autóctono.

Después de realizar un traslado en autobús y varios tramos a pie por lo que era la antigua calzada real que comunicaba Bizkaia y la Meseta, los asistentes hicieron un salto temporal a distintas épocas de Enkarterri. Elementos contemporáneos como la Iglesia de Santa Isabel de La Herrera, las escuelas de Taramona o caseríos de estilo neoclásico, se mezclaron en el recorrido, y en las explicaciones de los técnicos del museo, con vestigios medievales como la Torre de Terreros y con edificaciones del barroco como el derruido palacio de Urrutia, la ermita de San Antonio o los restos de la ferrería de La Mella.