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Delegados sindicales denuncian ante los grupos junteros la situación actual de la negociación del convenio de oficinas y despachos de Bizkaia

Comisión de Peticiones y Relaciones con la ciudada

Varios delegados de empresa de los diferentes sindicatos presentes en la mesa de negociación del convenio de oficinas y despachos de Bizkaia han comparecido esta mañana ante la Comisión de Peticiones y Relaciones con la Ciudadanía a fin de exponer la situación que está atravesando la negociación y que afecta a 23.000 trabajadores de todo el Territorio.

Tal y como han detallado Javier Rodríguez Fernández, Sergio Sáenz Álvarez, Iker Martínez Gil y Sergio Fernández Pérez, éste se trata del segundo sector con mayor número de trabajadores de Bizkaia y se encuentra conformado por empresas informáticas, ingenierías, despachos de abogados, entre otros, los cuales prestan servicio tanto a empresas privadas como a la Administración Pública. El desencadenante de las tres jornadas de paro que el sector ha organizado en los últimos meses fue la suspensión en 2013 del convenio laboral firmado en 2009. Actualmente, según han explicado los ponentes, la situación de negociación con la Confederación Empresarial de Bizkaia (CEBEK) se encuentra bloqueada.

En el caso de CEBEK su propuesta está basada en la congelación indefinida, la modificación del plus de antigüedad – pasando de trienios indefinidos a dos quinquenios-, el recorte o supresión de la garantía mínima y la realización de “un plan de aterrizaje para dar tiempo a las Empresas a adaptarse y aplicar el nuevo convenio”. Los delegados sindicales han definido la antigüedad y la garantía mínima como dos de los pilares fundamentales para garantizar un convenio digno, “de lo contrario los trabajadores estarían abocados a una congelación salarial”.

Por parte de los trabajadores y los sindicatos ELA, CCOO, LAB, UGT, CGT, CNT y ESK, la petición principal es recuperar el convenio de 2009 “actualizando las tablas salariales por debajo del crecimiento del IPC de estos últimos 5 años y manteniendo el mismo articulado que era válido en 2009 para empresas y trabajadores y es válido en la actualidad”. Otra de las cuestiones que los ponentes han reivindicado es el fin del “mercadeo de trabajadores” al que, según han denunciado, se dedican empresas como Iberdrola, Lantik, BBK o BBVA. A pesar de no incluirlo en la mesa de negociación, puesto que “somos conscientes de que se trata de una línea roja para CEBEK”, los delegados sindicales ven necesaria una regulación “mediante la subcontratación en el sector”.

Su intervención ha finalizado instando a las Juntas Generales, que “guarden y manden guardar las libertades, franquezas, privilegios, usos y costumbres que el Convenio de Oficinas y Despachos de Bizkaia recoge para 23.000 trabajadores de Bizkaia y el cuál queremos recuperar”.

En el turno de los grupos junteros una de las preguntas más repetidas ha versado sobre el la inclusión de las clausulas sociales y medioambientales que desde 2017 la Diputación Foral de Bizkaia incorpora en sus contratos públicos y que tienen como objetivo garantizar el empleo de calidad. A este respecto los intervinientes han mostrado sorpresa por alusión a las clausulas alegando que “la realidad que vivimos en este sector respecto a las clausulas sociales es distinta” puesto que “dudamos que las empresas en las que trabajamos las apliquen como aquí se cree que se están aplicando”.

Otra de las cuestiones más comentadas entre los grupos ha sido en referencia a las competencias de las Juntas Generales en este ámbito, las cuales el representante nacionalista ha tildado como “limitadas”. Sin embargo el grupo Nacionalistas Vascos ha manifestado que la reivindicación de calidad de empleo y de incremento salariales que se ajusten a la situación de recuperación económica “son dos condiciones básicas y deseamos que podáis contar con un convenio provincial cuanto antes”. EH Bildu, sin embargo, ha asegurado que “si venís a las Juntas Generales es por algo”, y se ha interesado por si van a persistir las movilizaciones, a lo que los intervinientes han explicado que, a pesar de no querer, “no nos queda otra opción”.