LOS CUERNOS VUELVEN A SONAR EN EL KOLITZA ANTE CIENTOS DE “MENDIZALES” EN UNA NUEVA EDICIÓN DE LOS MONTES BOCINEROS
- La cumbre del monte bocinero de Enkarterri se llena de amantes a la montaña y a las tradiciones vizcaínas más ancestrales.
(Balmaseda, a 7 de octubre de 2023). Cientos de personas han acudido este mediodía a la tradicional llamada a reunirse de las Juntas Generales de Bizkaia en una nueva edición del Día de los Montes Bocineros. El sonido del cuerno ha vuelto a resonar con fuerza en la cumbre del Kolitza, una de las cimas declarada “bocinera” hace siglo y medio por el cronista y archivero del Señorío de Vizcaya, Antonio de Trueba, al igual que lo son el Gorbeia, el Oiz, el Ganekogorta y el Sollube.
La marcha, organizada por las Juntas Generales de Bizkaia, se ha iniciado a las nueve y media de la mañana desde la plaza del ayuntamiento de Balmaseda. Los participantes han ascendido a la cima del Kolitza (874 metros) por una vía que habitualmente frecuentan las y los integrantes del club Balmaseda Mendi Taldea encargados de la organización deportiva de esta XVIII edición. Desde el centro de la villa encartada se ha subido al monte tras dejar atrás unos 6 kilómetros de ascensión y cumplir así fielmente con la tradición de tañir los cuernos a las doce en punto del mediodía.
Tras el sonido de los cuernos en la cima encartada, la jornada festiva se ha trasladado poco después al “aterpe” del Kolitza, situado a escasos 200 metros de la ermita que corona el Kolitza. Allí no ha faltado la música y las danzas a cargo del grupo local Eguzki Dantza Taldea y un pequeño “hamaiketako” preparado con mucho gusto desde primera hora de la mañana por integrantes de la Kofradia de la Putxera de Balmaseda.
Cientos de personas han disfrutado de una jornada especial que se ha convertido ya en un clásico de las marchas populares al monte. Entre ellas, se encontraba la presidenta de las Juntas Generales de Bizkaia, Ana Otadui, el alcalde de Balmaseda, Alfonso San Vicente, y varios representantes del parlamento vizcaíno. Tampoco han faltado miembros de los cinco clubs de montaña que colaboran en cada ascensión bocinera, como son el Balmaseda Mendi Taldea, club anfitrión; el Gailurra, de Bilbao; el club Ganzabal, de Lemoa; el Alpino Tabira, de Durango; o el Sollube 707, de Bermeo.
Como es tradición, el club de montaña de Balmaseda, encargado de la ascensión deportiva de este año, ha cedido el testigo en la cumbre del Kolitza a un representante del club Sollube 707 de Bermeo, entidad que se encargará de la organización de la marcha de una próxima edición del Día de los Montes Bocineros, que está prevista se celebre el próximo año en el monte Sollube.
UNA TRADICIÓN ENTRE CERTEZAS Y LEYENDAS
Para arrojar luz sobre la tradición de tañir las bocinas en los montes bocineros, una historia que camina entre la leyenda y la realidad de los hechos probados, la Cámara vizcaína y el Museo de Las Encartaciones realizaron un trabajo de investigación en el año 2020. Este estudio concluyó que la convocatoria sonora para acudir a la villa foral por medio de bocinas o cuernos en cinco cumbres emblemáticas de Bizkaia, fue una reinterpretación histórica que hizo el cronista Antonio de Trueba en el siglo XIX de un acto que, en verdad, se llevaba a cabo antiguamente en la Casa de Juntas de Gernika antes de cada reunión.
El traslado del acto de tañir los cuernos del valle a la cima, es decir, de la villa foral a cinco montes emblemáticos del territorio, fue una adecuación de la tradición a nuestros tiempos y un intento por defender en el siglo XIX las costumbres e instituciones más arraigadas, como eran las Juntas Generales. El historiador de Galdames fue el primero que mencionó los cinco montes bocineros que hoy conocemos. Hace 150 años, la creencia de la llamada a las Juntas desde el Gorbea, Ganekogorta, Oiz, Sollube y Kolitza, se empezó por tanto a instalar en la historiografía vasca y en el imaginario popular perdurando hasta nuestros días.
En realidad, las cinco bocinas existieron, pero diversos libros antiguos las sitúan en Gernika ya en el siglo XIV. “En la Junta de Garnica, seyendo juntado cavalleros e escuderos / e fijosdalgo de Vizcaya, llamados a Junta General, e tannidas las cino vozinas.” Recogido en un cuaderno de Juan Núñez de Balboa de 1342, esta primera cita sobre la tradición de los bocineros, se ha tomado como referencia para sostener el hecho de que cada año se suba a una cumbre diferente para llamar a las Juntas Generales de Bizkaia.