EL SONIDO DE LOS CUERNOS GUÍA EN EL SOLLUBE A “MENDIZALES” QUE HAN PARTICIPADO HOY EN EL DÍA DE LOS MONTES BOCINEROS

  • Dos columnas de participantes, con salidas desde Arrieta y Bermeo, coinciden en la cumbre del monte bocinero para realizar a mediodía la tradicional llamada a las Juntas Generales de Bizkaia. 


(Arrieta, a 15 de junio de 2024). Decenas de grupos de mendizales han ascendido esta mañana al monte Sollube para escuchar la tradicional llamada a reunirse de las Juntas Generales de Bizkaia, en una nueva edición del Día de los Montes Bocineros. El sonido del cuerno ha vuelto a resonar con fuerza en esta cumbre bocinera a las doce en punto del mediodía cuando las dos marchas montañeras organizadas, con salidas desde Arrieta y Bermeo, han coincidido en la cima de esta atalaya sobre el Cantábrico.
 
La marcha, organizada por las Juntas Generales de Bizkaia, se ha iniciado a las nueve de la mañana en la plaza Taraska de Bermeo y a las diez en el ayuntamiento de Arrieta. Los participantes han ascendido a la cima del Sollube (684 metros) por las dos caras del monte; la que mira al interior de Bizkaia y por la que habitualmente frecuentan las y los integrantes del club Tallu Mendizale, de Mungia; y la que asciende por la ladera con vistas al mar, recorrido guiado por los miembros del club Sollube 707, de Bermeo, encargados de la organización deportiva de esta XIX edición. 
 
El sonido de la txalaparta ha reunido a las personas en la cima del Sollube donde los miembros de la asociación de danzas Itsas-Alde, de Bakio, han hecho los honores de abrir el tradicional acto de tañir los cuernos para convocar a Juntas. Tras el sonido de las bocinas, la jornada festiva se ha trasladado a escasos 200 metros de la cima del Sollube para seguir disfrutando de la jornada. La música de la trikitixa y un pequeño “hamaiketako” con productos de la zona (bonito, anchoas, txakolí de Bizkaia…) preparado por los integrantes del club de montaña de la localidad marinera, han cerrado los actos de una tradición que cumple 20 años y de la que dio cuenta por primera vez Antonio de Trueba en el siglo XIX. 

Cientos de personas han disfrutado de una jornada especial que se ha convertido ya en un clásico de las marchas populares al monte en Bizkaia. Entre ellas, se encontraba la presidenta de las Juntas Generales de Bizkaia, Ana Otadui Biteri, quien se ha dirigido a todas las personas asistentes para agradecerles su presencia por participar en esta vieja tradición juntera que organiza la Cámara vizcaína desde el año 2004. A la cita, han acudido también el alcalde de Arrieta, Aitor Agirre Urkidi, el vicelehendakari Josu Erkoreka, la diputada foral de Euskera, Cultura y Deporte, Leixuri Arrizabalaga, y junteras y junteros del parlamento vizcaíno. Tampoco han faltado miembros de los cinco clubes de montaña que colaboran anualmente en cada ascensión bocinera, como son el Balmaseda Mendi Taldea; el Gailurra, de Bilbao; el club Ganzabal, de Lemoa; el Alpino Tabira, de Durango; y el Sollube 707, de Bermeo; a los que se ha unido este año el club de Mungia Tallu Mendizale.
 
Como es tradición, el club de montaña Sollube 707, encargado de la ascensión deportiva desde Bermeo, ha cedido el testigo a un representante del club Alpino Tabira, de Durango, entidad que se encargará de organizar la marcha de una próxima edición del Día de los Montes Bocineros, que está prevista se celebre en 2025 por estas fechas en el monte Oiz. 
 

UNA TRADICIÓN QUE CAMINA ENTRE CERTEZAS Y LEYENDAS

Para arrojar luz sobre la tradición de tañir las bocinas en los montes bocineros, una historia que camina entre la leyenda y la realidad de los hechos probados, la Cámara vizcaína y el Museo de Las Encartaciones realizaron un trabajo de investigación en el año 2020. Este estudio concluyó que la convocatoria sonora para acudir a la villa foral por medio de bocinas o cuernos en cinco cumbres emblemáticas de Bizkaia, fue una reinterpretación histórica que hizo el cronista Antonio de Trueba en el siglo XIX de un acto que, en verdad, se llevaba a cabo antiguamente en la Casa de Juntas de Gernika antes de cada reunión.

El traslado del acto de tañir los cuernos del valle a la cima, es decir, de la villa foral a cinco montes emblemáticos del territorio, fue una adecuación de la tradición a nuestros tiempos y un intento por defender en el siglo XIX las costumbres e instituciones más arraigadas, como eran las Juntas Generales. El historiador de Galdames fue el primero que mencionó los cinco montes bocineros que hoy conocemos. Hace 150 años, la creencia de la llamada a las Juntas desde el Gorbea, Ganekogorta, Oiz, Sollube y Kolitza, se empezó por tanto a instalar en la historiografía vasca y en el imaginario popular perdurando hasta nuestros días.

En realidad, las cinco bocinas existieron, pero diversos libros antiguos las sitúan en Gernika ya en el siglo XIV. “En la Junta de Garnica, seyendo juntado cavalleros e escuderos / e fijosdalgo de Vizcaya, llamados a Junta General, e tannidas las cino vozinas.” Recogido en un cuaderno de Juan Núñez de Balboa de 1342, esta primera cita sobre la tradición de los bocineros, se ha tomado como referencia para sostener el hecho de que cada año se suba a una cumbre diferente para llamar a las Juntas Generales de Bizkaia.